Realidad Aumentada sin marcadores

A nivel visual, la Realidad Aumentada (AR) nos permite introducir en tiempo real sobre una señal de vídeo, cualquier tipo de contenido 3D, que se mostrará al espectador desde su propio punto de vista.

Dado que, al evolucionar el observador entorno a dichos objetos "aumentados", estos irán alterando su perspectiva consecuentemente, el cerebro llegará a asociarlos en gran grado con la realidad, dando así pie a una experiencia inmersiva en toda regla.

El desarrollo de algoritmos de reconocimiento de imagen cada vez más evolucionados, junto a la inclusión en los actuales móviles o tabletas de mejores cámaras y unidades de medición inercial (IMU), abre las puertas de par en par a este tipo de experiencias para el público en general.

Si bien las técnicas de Realidad Aumentada son muy diversas, independientemente de la solución concreta adoptada siempre podremos identificar dos componentes principales: por un lado el sistema debe ubicarse a si mismo en el espacio, por otro "aumentará" dicho espacio por medio de modelos 3D, más o menos fotorealistas según los requisitos del proyecto.

La ubicación del dispositivo de observación (móvil, tableta o gafas) en el espacio a lo largo de toda la experiencia requiere de la existencia de un sistema de referencia, que como tal vendrá unívocamente definido por un origen (punto tridimensional) y por una orientación en los tres ejes principales del espacio.

Para describir ese sistema de referencia se emplea el reconocimiento visual de los denominados "marcadores" que, dependiendo de la técnica empleada, pueden ser desde aquellos de tipo fiduciario (códigos de barra más o menos complejos), hasta imágenes ricas en determinados aspectos gráficos, o incluso objetos cotidianos. Obviamente conforme mayor sea la complejidad del marcador precisaremos de mayor capacidad de cálculo para cuantificar, en tiempo real (esto es, al menos una vez por fotograma a 30 fps) su posición y orientación.

Como contrapartida a lo anterior, en los últimos años se ha experimentado un gran auge en el desarrollo de las denominadas soluciones de Realidad Aumentada sin marcadores, entre las que destacan las denominadas SLAM (Ubicación y Mapeo Simultáneo), muy evolucionadas gracias a su empleo masivo en la navegación autónoma de vehículos (odometría).

Este enfoque prescinde de la utilización de marcadores "ad-hoc", empleando como anclaje para el sistema de referencia espacial (ubicación) cualquier superficie plana horizontal o vertical a la que podamos apuntar.

Para ello es preciso que el dispositivo que se esté empleando permita algún tipo de medición de profundidad, lo que viene habitualmente implementado en móviles y tabletas por medio de una cámara de Tiempo de Vuelo (ToF).

Yendo un paso más allá, también es posible posicionar en imagen las capas de Realidad Aumentada sin ni siquiera contar con superficies de anclaje, utilizando en su lugar la posición de la cámara y una dirección del espacio sobre la que ajustaremos la ubicación de los elementos virtuales.

A partir de ahí, las mencionadas técnicas SLAM garantizan la robustez de la experiencia inmersiva, a través del progresivo conocimiento (mapeo) del entorno.

Desde hace unos meses, tanto Google como Apple ofrecen completos motores de Realidad Aumentada sin (y con) marcadores, los denominados: ARCore en el caso de Android y ARKit en el de iOS.

Este enfoque es un candidato ideal para la realización de experiencias inmersivas en los campos de la Arquitectura, la Ingeniería Civil o el Urbanismo; donde hasta hace bien poco la obligada utilización de marcadores frustraba cualquier desarrollo medianamente ambicioso, entre otros aspectos por la enorme disparidad de escala entre esos marcadores y los elementos "aumentados".

En VÓRTICE somos especialistas tanto en la generación de los Contenidos 3D como en el desarrollo de los Contenidos Interactivos, que harán posible esa experiencia disruptiva de Realidad Aumentada que tienes en mente. ¿Hablamos?